Etica, medicina y periodismo

La publicación de "novedosos" descubrimientos naturistas que prometen la cura de males, a pesar de que la ciencia médica aún no descubrió la solución, confunde a los lectores de semanarios y diarios sensacionalistas. Incluso, el curanderismo y la brujería tienen espacios en la prensa amarilla que genera falsa expectativa y aleja a los pacientes del profesional de la salud y los acercan al peligro de la informalidad.


Acceso a la información

La licenciada Estela Roeder Carbo, asesora de Comunicaciones del Ministerio de Salud (Minsa), destaca la necesidad de una normatividad que establezca qué tipos de avances
científicos deben ser divulgados por las instituciones médicas basados en la credibilidad y veracidad de sus fuentes.
Sin embargo, los mecanismos de difusión de los descubrimientos por parte de las instituciones de salud son limitados, por lo que la población no accede a páginas web
o revistas especializadas. Por ello, buscan medios más económicos y asequibles, sin evaluar su credibilidad o el daño que podría ocasionar a la salud de los lectores o sus familiares.

"Por lo general, las noticias médicas científicas se dirigen al público especializado. Pero estos medios tienden a traducir en términos sencillos los resultados de investigaciones, los cuales no siempre se ajustan a la verdad, o se
basan en resultados científicos que el periodista no los interpreta adecuadamente".

Roeder Carbo destaca que las recomendaciones de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) deben basarse en las pautas del Minsa y universidades dedicadas al desarrollo y la divulgación científica. "Debemos proteger a la gente de las mentiras y la manipulación de estos medios de comunicación aparentemente formales, pero con contenidos que no ofrecen garantía".

En tanto, la licenciada Rosa María Alfaro, presidenta de la Asociación de Comunicadores Sociales Calandria, señala que la prensa presenta al naturismo
como milagroso porque existe la necesidad de un medio que concilie lo natural
y lo médico como una opción. "Ellos aparecen como milagrosos, pues anuncian
que van a curar".

La falta de claridad en la profesión de comunicador social confunde el derecho
de opinar de los ciudadanos con la labor periodística. "Esos pasquines hablan
de ciencia, investigación y curaciones médicas. Brindan recetas y planteamientos
que promueven el aislamiento médico a cambio, incluso, de la brujería. Esto no sólo disminuye la confianza en aspectos académicos y científicos de la investigación médica, sino que manipula el pensamiento de la gente menos favorecida con la educación", afirma el licenciado Orlando Menéndez Gallegos, decano del Colegio de Periodistas del Perú (CPP).


Ejercicio profesional sin ética

Sin embargo, esta práctica se encuentra amparada en la Ley N° 26937, promulgada
el 12 de marzo de 1998. En ella se establece la no obligatoriedad de afiliarse
a ninguna organización profesional para el ejercicio del periodismo.
Al igual que en la Medicina, los intrusos del Periodismo no se encuentran registrados
en el colegio profesional respectivo, por lo que escapan de cualquier sanción del Tribunal de Honor del CPP, de acuerdo a la falta cometida. Por ello, esta entidad solicita que se derogue la referida ley.

Por su parte, el Minsa busca establecer un comité editorial que regule las
publicaciones normativas, de promoción y comunicación en salud y hallazgos
científicos. En tal sentido, el Instituto Nacional de Salud (INS) cuenta con
un comité editor que basa sus acciones en un reglamento de publicaciones. Lo mismo ocurre con la Oficina General de Epidemiología (OGE) del Minsa.

Ambas entidades han establecido un protocolo y sistema de publicaciones que respalda contenidos desde su propia institucionalidad, a fin de que los lectores de esas publicaciones puedan tenerlo como fuentes creíbles y veraces. "El reto es vulgarizarlo al punto que existan publicaciones de carácter más popular pero que no pierdan su rigurosidad de contenido científico", señala Roeder Carbo.

En tal sentido, el Colegio Médico del Perú (CMP) exige a quienes ejercen el
periodismo científico y médico que cumplan con los principios éticos, como la veracidad y honestidad. Asimismo, exhorta a la opinión pública a denunciar a los autores de falsas informaciones ante el Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa.

Es difícil explicar con palabras lo que sentí al leer este artículo de la revista Mundo Médico del Colegio Médico del Perú. No obstante hay que señalar que desde entonces las informaciones pseudomédicas han tenido un crecimiento del 100%, con el agravante del aval de algunos "médicos".